Desde hace más de un año, muchos lectores han reprochado al autor de un libro de vulgarización científica de plagiar mi teoría sin entenderla. Para defenderse de ello y sin avisarme, ha publicado en internet una crítica difamadora para barrer en pocas líneas mis publicaciones científicas que, contrariamente a lo que alega, todas ellas son publicaciones controladas y admitidas por un comité científico (referees).

Una vez que el comité científico (referee) admite el texto, su publicación posterior es solo un resumen a menudo muy condensado, que, debido a ello necesita ser explicado. Un científico que quisiera utilizar estas explicaciones, antes de criticarlas o aceptarlas, se informa primeramente con el autor. Es una gestión normal para un científico, quién, lejos de querer apropiarse de un descubrimiento, intenta hacer avanzar la ciencia utilizando el trabajo de los demás al tiempo que cita sus nombres como referencias. Aquellos que han hablado conmigo no han encontrado el mínimo error y me sostienen en mi investigaciones. 

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